Viniyoga, el yoga terapéutico personalizado.

Hay muchos tipos de yoga, el Kundalini, el Hatha, el Ashtanga yoga, el Birkam… seguro que hay uno que es el idóneo para ti. Yo he probado varios tipos de yoga, hasta que finalmente encontré el viniyoga y me enganchó.

Pero ¿qué tiene de especial el viniyoga -te preguntarás-? Pues el viniyoga tiene de particular, que es la aplicación especializada del yoga a una persona, es una modalidad de yoga que se adapta a las necesidades de quien lo practica, reportándole numerosos beneficios y cambios en su vida. Yo he notado muchos cambios internos y externos, mentales y corporales desde que lo practico, por ello siento que estoy donde bebo estar y este es el camino.

¿Qué es el Viniyoga?

Es un yoga terapéutico que parte de la base de que cada persona es diferente. La práctica se adapta a las individualidades de cada individuo teniendo en cuenta aspectos como, su estado mental y emocional, su edad, profesión o estilo de vida.

Vi-ni significa en sanscrito “aplicación especial”, así pues viniyoga es la aplicación especializada del yoga a una persona, digamos que más que un tipo de yoga el viniyoga es un método de ejecución para llevar a cabo dicha disciplina. El foco de esta práctica es el alumno, por ello se adaptan las aplicaciones del yoga a las características de la persona.

Postura

El viniyoga viene del yoga tradicional pero es una variación, un modelo que centra la atención no tanto en la técnica, sino en lo que necesita la persona que practica, es el yoga que se adapta a las necesidades del practicante. Es la aplicación especializada del yoga a un individuo.

El viniyoga es un estilo dinámico, terapéutico y personalizado, donde la respiración es de vital importancia, ya que a través de esta se realizan los movimientos necesarios para ejecutar las posturas correctas, fortaleciendo al mismo tiempo los músculos del abdomen, piernas, nalgas y brazos.

El viniyoga es un yoga con intención, donde la respiración es de gran importancia ya que nos sirve para alcanzar la acción justa de cada movimiento, que nos permite conseguir esa unión de mente, cuerpo y espíritu, para obtener ese nivel de conciencia superior y esa calma que ofrece el yoga tradicional.

Digamos que el viniyoga es un método de ejecución, que enfoca su atención no en la técnica sino en la persona que lo practica, adaptando las diferentes aplicaciones del yoga a la realidad y las características de las personas que practican, basándose en sus necesidades, capacidades y aspiraciones. Lo importante es lo que la persona necesita en un momento determinado de su vida y que sepamos adaptar el yoga para conseguirlo.

¿Cuál es el origen del Viniyoga?

El término vinyoga pertenece al yoga clásico, encontrándolo en el tercer libro de Los Yoga Sutras de Patañjali, donde se comenta la aplicación del yoga en función de los niveles.

Introduciendo las nociones de concentración, meditación e integración y proceso que los une, es decir escoger un objeto de meditación y fijar intensamente la atención en ese objeto, ejercitándose con regularidad a la vez que hay búsqueda y abandono durante el proceso. Consiguiendo con el tiempo, que el objeto de meditación se integre más y más, por lo tanto el momento de elegir una dirección para la práctica es muy importante y además se deben tener en cuenta los niveles.

A principios de los 80, el profesor indio T. Krishnamacharya aplicaba el viniyoga a la práctica de asana y pranayama. Este quería reflejar la importancia de una aplicación adecuada de las técnicas del yoga a cada persona teniendo en cuenta cierto número de consideraciones individuales, como puedan ser su edad, salud, sexo, constitución, hábitos, creencias, debilidades…. Según Krishnamacharya:”No es la persona la que se tiene que adaptar al yoga sino el yoga el que se debe ajustar de forma correcta a la persona”.

El creador de esta “aplicación adecuada” del yoga fue T.Krishnamacharya y su hijo T.K.V. Desikachar es el que ha dedicado su vida al desarrollo de la enseñanza y legado de su padre en la escuela de Chennai en India.
El viniyoga simplemente aporta una dirección, para que así la disciplina de sus frutos, por ello es imprescindible escoger las técnicas adecuadas, implicando así una atención constante y renovada.

¿Cómo es una clase de Viniyoga?

El método del viniyoga tiene un gran poder terapéutico, antes de realizar la práctica el profesor evalúa el estado físico, mental y espiritual del alumno preguntándose ¿Quién es el practicante? ¿Qué condiciones físicas tiene? ¿Qué destreza tiene? ¿Tiene alguna lesión o problema? ¿Cómo está su mente y su humor? ¿Qué quiere lograr con la práctica? ¿A qué hora del día va a practicar?… y diseñará una práctica yoguica adecuada al practicante de forma individual, creando una asana adecuada a las necesidades de esta persona o grupo de personas.

Mesa de tres patas Viniyoga

La práctica de viniyoga hace hincapié en la progresión gradual hacia un objetivo, dando un lugar especial a la respiración e intentando conseguir llegar a la acción justa a través de la distensión en el esfuerzo, facilitando un espacio libre de presiones externas y de calma necesarios.

Una clase consiste en estar consciente, sentir y vivir el momento presente en todas las fases de la toma de la postura, concreta y precisa, realizada con el esfuerzo justo y necesario y en coordinación con la respiración. Al realizar esta práctica conseguimos aumentar la conciencia y la profundidad de la respiración, a la vez que fortalecemos y estiramos nuestro cuerpo. También se tiene en cuenta la relajación y meditación.

El objetivo de esta práctica de yoga es la de permitir llegar al potencial que cada uno tiene en su interior y para conseguirlo deben de tomarse en cuenta primero las necesidades, capacidades y aspiraciones personales, para ayudarte en tu descubrimiento y transformación personal.

¿Cuáles son las características del Viniyoga?

Las posturas que se realizan en una clase de viniyoga son las mismas que realizarías en cualquier otro estilo de yoga, simplemente se ejecutan de una forma distinta.

Algo que caracteriza el método de viniyoga es que no se entra a las posturas de forma directa, sino que progresivamente. Calentando los músculos con repeticiones en movimiento para entrar y mantener la postura.
Las secuencias no están establecidas, se van cambiando de posturas y secuencias en función del objetivo a trabajar en la sesión.

Práctica Viniyoga

La respiración va cambiando en cada movimiento, coordinando inhalación y exhalación, ejecutando así varias respiraciones del mismo movimiento, coordinando la respiración, ampliando la concentración y calentando los músculos para después entrar en la postura y mantenerla.

¿Ha quién va dirigido el Viniyoga?

Esta práctica puede ser realizada por cualquier persona, ya que las sesiones están enfocadas a las necesidades de cada alumno.

El viniyoga es una de los yoga menos conocidos, pero es muy interesante por el simple hecho de que se basa en la adaptación del yoga al practicante, por lo tanto las clases son adecuadas para todos, sin ningún tipo de distinción, personas jóvenes, mayores, hombres y mujeres… y especialmente para personas que necesitan atención personalizada, por problemas físicos o de respiración, ya que el viniyoga nos presenta un yoga pensado de forma individualizada. Por ello, es especialmente indicado para personas con necesidades especiales.

¿Qué beneficios tiene el viniyoga?

Además de ser un método enfocado a las necesidades personales de cada alumno, el viniyoga ofrece los siguientes beneficios tanto para la mente, el alma y el cuerpo.

1. Fortalece los músculos ejercitándolos de forma intensa.
2. Acrecienta el equilibrio, la coordinación y la concentración.
3. Se basa en la respiración como motor para realizar esfuerzos.
4. Mejora la salud de la columna vertebral, mejora y previene lesiones musculares y articulares.
5. Mejora la postura corporal.
6. Ayuda a combatir el estrés, la depresión y la ansiedad.
7. Ayuda a eliminar bloqueos emocionales, pensamientos limitantes y conductas negativas del individuo
8. Mejora la capacidad respiratoria.
9. Acelera el metabolismo.
10. Aumenta la elasticidad y flexibilidad corporal.
11. Mejora nuestro estado de ánimo.
12. Fomenta los pensamientos positivos.
13. Aporta una actitud positiva ante la vida.
14. Acrecienta nuestro compromiso, autocontrol, voluntad y disciplina.
15. Nos enfoca hacia la consecución de objetivos.

 

¿Y tú?
¿Te animas a probar este método de yoga?

 

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