Matera, una ciudad de película en Basilicata
El Sur de Italia siempre es llamativo para los turistas, promete, buena comida, sol, playas, una bella arquitectura y sobretodo romanticismo y autenticidad. No en vano, ciudades como Taormina, Cefalú, Amalfi, Polignano a Mare o Lecce son elegidas para disfrutar las vacaciones de verano.
Pero, de un tiempo a esta parte, ha surgido una nueva ciudad estrella en el Sur de Italia, una ciudad renovada, con una historia y un pasado impresionante, la enigmática, seductora, histórica y troglodita ciudad de Matera.
Situada en la región de Basilicata y muy cercana a Apulia, esta ciudad esculpida en piedra, formada por cuevas excavadas en roca, que se asemeja a un queso gruyer, es una de las ciudades más antiguas del mundo, de hecho los primeros asentamientos humanos en el continente europeo se sitúan hace 9.000 años en Matera.
Esta ciudad primitiva se alza entorno a los “sassi”, que significa piedras, en referencia al centro de la ciudad, construido en piedra y bordeado de viviendas escavadas en la roca a modo de cuevas.
No es el único lugar del mundo dónde la gente ha habitado en cuevas, en la Cappadocia o en Granada en España, también puedes encontrar este tipo de arquitectura -pensarás-; pero Matera es especial, por ser una ciudad entera creada en piedra, con gran cantidad de casas medievales, iglesias rupestres, monasterios… todo elaborado con exquisitez y equilibrio en el borde de un espectacular barranco junto a un acantilado.
La piedra de Matera fácil de escavar y ahuecar ha permitido durante siglos crear estas cavernas cuya misión era la de aprovechar al máximo el terreno, creando viviendas de una única estancia que aunaba los dormitorios, comedor, baño, cuadras de animales, almacenes… y que estuvieron habitadas desde la prehistoria hasta hace apenas unos 50 años.
La vida en Matera, era primitiva y rayaba la miseria, las familias vivían sin ventilación, sin agua corriente, ni electricidad, compartían la vivienda con los animales… de hecho el analfabetismo, la insalubridad, el hambre, el abandono, la pobreza y las enfermedades eran el pan nuestro de cada día en los sassi.
Tras la Segunda Guerra Mundial los políticos italianos que redescubrieron con horror la ciudad la llamaron “La Vergogna Nazionale” y trataron de intervenirla para mejorar las condiciones de sus habitantes y su calidad de vida, recolocando en 1952 a los habitantes de los sassi a las afueras de la ciudad en nuevas viviendas públicas con todas las comodidades. Esto que parece de lo más sencillo, no lo fue tanto, pues los materanos se sintieron forzados a abandonar sus casas y no terminaban de adaptarse a la nueva forma de vida, sólo el tiempo y la intervención policial logró calmar las aguas.
Ha día de hoy, podemos decir que hay dos ciudades dentro de Matera, la ciudad moderna que no se distingue en nada de cualquier ciudad del sur de Italia, con grandes avenidas, comercios y parques; y la ciudad primitiva divida en dos partes -el Sasso Barisano orientado a Bari y el Sasso Caveoso el más antiguo y troglodita- separadas por un espolón rocoso conocido como Civita, situado en la parte más elevada de la ciudad, que es la parte más antigua de Matera. Una ciudad inquietante, embriagadora, tribal, bella y muy singular, totalmente diferente a lo que tus pupilas han podido ver antes.
Matera parece enorme a tus ojos, un hervidero de escalones, callejuelas, abolladuras, entrantes y salientes que se retuercen por las rocas y separan la parte alta de la ciudad de la baja, creando un trampantojo de grandiosidad que enmascara una gran cercanía.
Tras años de abandono y gracias a varios hechos que cambiaron la suerte de la ciudad, este tesoro oculto, ha pasado de ser la “Vergogna d’Italia”, debido a las condiciones de vida terribles que allí se vivían, a toda a una joya moderna, en parte gracias a ser reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco lo que aportó subvenciones y un poco de orgullo patrio, así como a la toma de conciencia de la importancia histórica y arquitectónica de la ciudad. En la que visionarios, emprendedores, artistas, hoteleros, chefs… han invertido en restaurar casas, crear museos, rehabilitar capillas, salones comunes… en pos de devolver el esplendor y la importancia a esta antiquísima villa.
Esta recuperación arquitectónica ha convertido la ciudad en una preciosa alhaja, a la que le otorgaron la asignación de Capital Europea de la Cultura en 2019 por su rico patrimonio, historia y por su singular arquitectura escavada en roca.
Otro de los factores que influyó en el resurgir de la ciudad, fue su elección como escenario principal de la película la Pasión de Cristo de Mel Gibson 2004, desde entonces los «Materani» se encomiendan a “Santo Mel”, ya que gracias a este film la ciudad volvió a resurgir con fuerza y a darse cuenta de su asombrosa singularidad.
Desde entonces Hollywood se rinde a los pies de esta Belén a la italiana, eligiéndola para formar parte de prestigiosos films como James Bond: Sin tiempo para morir, Wonder Woman, Ben Hur, María Magdalena…
Actualmente Matera se ha convertido en un destino estrambótico, fascinante y de renombre, repleto de elegantes Hoteles Boutique, restaurantes tradicionales, de moda, e incluso con Estrellas Michelin. También es dueña de una vibrante escena cultural, repleta de conciertos, espectáculos, exposiciones… y de un sinfín de lugares arqueológicos de singular belleza.
Qué ver y qué hacer en Matera
Te dejo mi listado con las mejores opciones:
- Realiza la Ruta de los Miradores para descubrir el mejor perfil de la ciudad. No te pierdas ni un ápice de las mágicas vistas del Sasso Caveoso, el Sasso Barisano y el Parque de la Murgia. Empieza por el Belvedere Luigi Guerricchio también llamado el Mirador de los 3 Arcos, pasa por el Mirador de la Piazza Duomo, el Mirador de la Piazza Madonna de Idris, el Vicinato a Pozzo –Parco della Storia dell’uomo-Museo della civiltà contadina, hasta el Belvedere Murgia Timone al que te recomiendo llegar en coche, éste te ofrece una de las vistas más apabullantes de la ciudad.
- Recorre el Sassi Caveoso, la zona más antigua de Matera repleta de construcciones medievales ajadas y calles estrechas y retorcidas. Descubre esta parte de la ciudad y si tienes oportunidad visita una de las diferentes casas-cueva reconvertidas en museo donde muestran cómo era hasta hace poco allí la vida. Recuerda, que la ciudad ha estado habitada ininterrumpidamente desde el paleolítico, y ha sido creada por campesinos y pastores que trataban de vivir aprovechando al máximo los recursos que disponían, por lo que no es de extrañar que veas huesos a modo de bigas o un complejo entramado hidráulico de cisternas.
- El Sedile y San Francisco, son las plazas más culturales de la ciudad y por ello no te las debes perder. La Plaza del Sedile, repleta de vida es una de las hermosas plazas de Matera, donde destaca la impresionante fachada neoclásica del actual Conservatorio de Música. Y en la de San Francisco, no te pierdas la iglesia del mismo nombre y la barroca Iglesia del Purgatorio, que sorprende por la cantidad de calaveras decorativas que hay en su interior. Estas plazas son un buen lugar para tomarte una birra con un crostone de delicioso pan materano.
- Desciende por el Sassi Barisano, mientras descubres las casas señoriales de la parte alta de la ciudad, así como inesperados monumentos, como la preciosa iglesia románica de San Giovanni o los vicinatos los patios que eran el eje central de las casas cueva dónde se reunían y hacían vida los materanos de antaño. Déjate llevar, sube, baja, disfruta de las vistas y de lo sorprendente del paseo.
- La Catedral de Matera, situada en Civita y dedicada a la Virgen della Bruna patrona de la ciudad, y a San Eustaquio. Es un austero edificio románico que sorprende por su decoración interior a medio camino entre oriente y occidente y por el mirador situado frente a ella, que ofrece unas increíbles vistas del Sasso Barisano.
- Visita la Plaza Vittorio Emanuelle, esta plaza es un elemento urbanístico clave que logra ordenar presente y pasado. Aquí están situadas el Palumbaro Lungo un conjunto de cisternas del S. XVI con las que se recogía y distribuía el agua por toda la ciudad, que puedes visitar y uno de los miradores más bellos de la ciudad, el mirador Luigi Guerricchio. Aquí también encontrarás el Museo Nazionale di Matera y el bonito Palazzo Lanfranchi en el que se ubica el Museo Nacional de Arte medieval.
- MUSMA, el palacio de escultura contemporánea donde podrás ver una gran selección de esculturas modernas dentro de un viejo palacio cueva del S. XVI.
- Las iglesias rupestres de la ciudad y del Parque de la Murgia Materana son dignas de ver. En Matera puedes visitar la Iglesia de Santa Lucia alle Malve, un antiguo monasterio femenino que consta de unos sensacionales y coloridos frescos, San Pietro Barisano, la iglesia de San Giovanni y San Pietro Caveoso son otras de las imprescindibles. Aunque mi favorita es Santa María de Idris, situada en el Sasso caveoso y la Murgia, esta iglesia está conectada con la iglesia de San Giovanni in Monterrone, ambas son poseedoras de bellos frescos. Disfruta de las vistas de la ciudad que te ofrece su mirador.
Las iglesias del Parque de la Murgia no están muy concurridas, y te permitirán descubrir las cavidades que luego se transformarían en lo que hoy es Matera, además tanto la Ermita Rupestre de la Madonna delle Vergini, como en la de San Falcione y en la Madonna delle Tre Porte te ofrecen unas vistas al casco antiguo impresionantes. Si, no te importa salir del casco histórico, en la Cripta del Pecado Original podrás encontrar unos hermosos frescos lombardos.
- Encuentra las estatuas de Dalí en las calles de Matera. En un lugar como Matera, donde lo irracional se mezcla con lo real y lo onírico, la ciudad rinde homenaje al artista surrealista español Salvador Dalí. -¿Cuántas esculturas lograrás descubrir?-
- Pasa al menos una noche en Matera y descúbrela con nocturnidad. Su magia y encanto no te serán indiferentes.
- Compra un silbato de «Cucú» típico de Matera. Estos gallos cerámicos, símbolos de virilidad y fuerza, han sido usados desde la antigüedad, normalmente se colocaban fuera de las habitaciones en defensa contra los maleficios.
- Hazte una foto en La Fuente de los Amantes, donde los hombres cortejaban a las mujeres cuando iban solas a por agua.
- No puedes marcharte de Matera sin probar el pan materano famosos por su sabor y duración, y el vino de la ciudad, así como les orecchiete alla materana, la crapiata un guiso de verdura y legumbres y las pettole, unos buñuelos elaborados con aceituna o anchoas y si lo tuyo es el dulce no te podrás resistir a los helados de I Vizi degli Angeli todo un pecado capital.
Matera es como un teatro abierto, una ciudad con carácter escénico, un bello caos que ha vivido muchas vidas, prehistoria, imperio medieval, barrio marginal, para resurgir de sus cenizas y convertirse en un destino turístico de renombre internacional.
Sea como sea, cuando estás en Matera sólo puedes alzar la vista y pellizcarte, para volver a mirar al frente y contemplar esta ciudad que no deja de reinventarse, reivindicarse y erguirse como la nueva gran belleza de Italia.