Vive la Dolce Vita en el Grand Hotel Timeo de Taormina.
Taormina es conocida como la perla de Sicilia y no es de extrañar, ya que es una de las primeras ciudades descubiertas por los viajeros del pasado; enamorados por la belleza de su bahía, sus jardines y sus casas situadas en un acantilado con vistas al mar y al Etna.
Un lugar alegre y luminoso, bohemio y chic que enamora y te hace sentir bien contigo mismo y en paz con el universo. Un lugar, dónde está ubicado el famoso Gran Hotel Timeo Taormina uno de los primeros hoteles en recibir a los viajeros en la ciudad, abierto en 1873 y situado en un emplazamiento privilegiado, a los pies del Teatro Griego de Taormina con vistas a la bahía de Naxos y al monte Etna.
Una de las más exclusivas opciones de la ciudad, con habitaciones repletas de antigüedades y deliciosos objetos colmados de historia, lugar escogido para alojarse por muchos de los de los famosos, actores y celebridades, asistentes al Festival de Cine de Taormina.
La historia del Belmond Grand Hotel Timeo inicia en 1863, cuando Don Francesco La Foresta vendió un gran huerto de naranjos para comprar una casa abandonada, que acomodó y restauró alojando a invitados ocasionales. Uno de esos viajeros, que subió la montaña a espaldas de un asno cautivado por la belleza de los almendros en flor y la cima del monte Etna nevado, fue el pintor prusiano Conde Otto Geleng, el cual pintó unas acuarelas que causaron sensación en el mundo del arte, atrayendo a más artistas a la ciudad. Cosa que hizo que La Foresta, transformase la casa de huéspedes en un bello hotel amplio y con jardines. Convirtiéndose este en el primer hotel de Taormina.
En 2010 Belmond toma las riendas de este espectacular hotel, respetando la trayectoria de esta joya con cientos de historias en su haber.
Llegar a Taormina es inyectarte un chute de energía de la buena en vena, sus simpáticas gentes, sus colores y olores 100% Mediterráneos, sus impresionantes vistas a Giardini di Naxos nos muestran que estamos a punto de adentrarnos en la famosa Dolce Vita, porque pocos lugares reflejan este estilo de vida como Taormina.
Pero Taormina es una de las ciudades más caras de Sicilia, así que me alojé en un pequeño apartamento de Airbnb ubicado en la calle principal de la ciudad, en Vía Corso Umberto I. Tras dejar las maletas nos lanzamos a recorrer esta calle principal con los ojos como platos mientras disfrutábamos de su vibrante energía, escuchábamos a los músicos callejeros tocar tradicionales piezas de música Siciliana y asombrados contemplábamos la belleza de sus casas y palacetes, sus balcones repletos de piñas, plantas y cabezas de moro, sus lujosas tiendas de ropa y antigüedades y su olor a pasta recién hecha. Esta calle es el corazón de la ciudad y hace que el tuyo lata con virulencia.
A punto de finalizar la calle, antes de llegar a Porta Messina, tuve la sensación de que había estado allí antes, tal vez en otra vida y que sabía a dónde iba, así que un impulso me hizo girar por la Vía Teatro Greco, siendo conocedora de que algo realmente mágico me esperaba al final del camino. Mi intuición nos llevó a la entrada del Belmond Grand Hotel Timeo 5 estrellas, donde nos recibían las contentas y coloridas buganvillas y una preciosa y señorial puerta de hierro.
El hotel dispone de un encantador edificio principal con salones, 70 habitaciones y suites decoradas con la elegancia italiana. Mires donde mires ves lujo y excelencia; muebles, piezas decorativas, telas y materiales, que nos muestran cortinajes elaborados con exquisitas telas, cerámicas de Caltagirone, muebles de madera de roble, mármol de Carrara… haciéndote sentir como en la película de El Gatopardo. El lugar huele a Mediterráneo, a azahar, con toques cítricos de los mejores limones y naranjas sicilianos. Sus jardines repletos de plantas mediterráneas y subtropicales son una maravilla.
Aunque, lo mejor con diferencia son sus terrazas, dueñas de las vistas más bellas que tus ojos puedan imaginar. Por un lado las bellas casas de Taormina, por otro la bahía de Naxos y el Mar Jónico y al fondo el monte Etna con su humeante volcán.
Y es ahí a dónde nos dirigimos, a su Terraza Literaria, terraza que inspiró a ilustres escritores. Como Goethe o el mismísimo Truman Capote, el escritor de Desayuno con diamantes que visitó Taormina y se alojó en el Hotel Timeo durante dos años, mientras se inspiraba para sus novelas en esta terraza.
Casualmente nuestra llegada al Hotel coincidió con la hora del aperitivo en Italia, así que, decidimos darnos el gusto de tomar el aperitivo en aquella maravillosa terraza de ensueño; barato no fue, pero os prometo que ha sido el mejor dinero invertido en toda mi vida, porque la experiencia realmente vale la pena.
Sentarte en la Literary Terrace cuando el sol va cayendo, sobre las 19:30h, disfrutar de la serena elegancia de la terraza, tomar asiento en una de sus mesas, ser atendido de forma exquisita y pedir un Bellini o un Apérol Spritz mientras picas unos frutos secos y unas patatine y escuchas la música que el pianista hace sonar en directo, canciones como Across the Universe, Il mondo… Que te hacen soñar, mientras observas el excepcional paisaje. Prometo que no pude dejar de sonreír en todo el rato que estuve allí, me sentí feliz y dichosa.
La atmósfera que se crea al estar en esa terraza, los olores, los sonidos, el tacto, el gusto, la vista… es un auténtico espectáculo para los sentidos. Ver el Etna te hace entender el porqué del carácter dicharachero y disfrutón de los sicilianos, que viven cada día como si fuera el último disfrutando de los pequeños placeres de la vida. También contemplar el Etna activo te hace maravillarte con su belleza y a la vez sentirte pequeño, al pensar en su poder de destrucción.
Sin duda tomar el aperitivo en el Hotel Timeo es una experiencia que recomiendo a todo el mundo hacer si piensas visitar Taormina. Además el Hotel cuenta también con el restaurante Il Dito e La Luna que ofrece una gastronomía exquisita con productos y vinos de la zona y un sensacional spa, así que si te lo puedes permitir o te quieres dar otro capricho estas opciones son muy sugerentes.
Tras este momentazo increíble, descubierto casi de casualidad, decidimos retomar la visita a la ciudad y seguir disfrutando. Pero todos los que estuvimos en Taormina coincidimos en que el mejor recuerdo fue ese ratito, disfrutando del aperitivo a la italiana, en la maravillosa Terraza del Belmond Grand Hotel Timeo.
¿Y tú has estado allí?
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