Los Problemas de una celíaca en el día a dia: mi historia.

Según la Federación de Asociaciones de Celiacos en España (FACE) una de cada 200 personas son celíacos, el 1% de la población española padece intolerancia al gluten y un 75% de los que la padecen ni siquiera saben que lo son al no presentar síntomas. Por lo que tendríamos que pensar, ¿qué está sucediendo con el gluten que hay tantas personas intolerantes? y ¿cómo podemos ayudar a las personas que sufren esta enfermedad?. Pero pongámonos primero en situación…

¿Qué es ser celíaco?

A las personas celíacas les enferma el gluten, que es una proteína que se encuentra en el trigo y la cebada, la cual inflama y lesiona la mucosa del interior del intestino delgado de las personas intolerantes al gluten impidiendo así la correcta absorción de los alimentos. Pudiendo provocar dolores estomacales, diarreas, hinchazón abdominal, retortijones, pérdida de peso, anemia, problemas de huesos, entre otros… la celiaquía afecta más a las mujeres que a los hombres y tiene un alto grado de componente genético, además puede aparecer a cualquier edad. Y el único tratamiento es seguir toda la vida una severa dieta libre de gluten.

Soy Celíaca

Cómo me diagnosticaron la enfermedad

Hace unos 10 años empecé a tener muchos problemas estomacales, me sentía fatal, notaba una gran hinchazón abdominal, tenía grandes dolores y me pasaba el día metida en el baño.

Me decían que serían los nervios que se me cogían al estómago, que estaba muy nerviosa y alterada y que eso era normal. Está claro que la medicina convencional no llega a todo y que tendría que haber una mayor conexión entre la medicina tradicional vs holística, para poder obtener una visión mayor de lo que realmente le ocurre al paciente, ya que puede ser que el origen de muchas enfermedades tenga su base en las emociones. Pero lamentablemente no es así, y yo iba al médico y me decía que sería algo que me había sentado mal, que probara a dejar de comer tomate, lechuga o cebolla… y así iba eliminando alimentos de mi dieta sin mejorar, es más, la cosa iba a peor.

Quiero alentarte a luchar por tu bienestar, nadie mejor que tú conoce tu cuerpo, si tú sabes que algo va mal, que no está funcionando, insiste; visita a todos los médicos y especialistas que hagan falta hasta que den con el quid de la cuestión. No te quejas de vicio, no eres una exagerada, tu eres la que lo vive a diario y la que lo siente, si no te encuentras bien hay que encontrar el origen o la causa de lo que te sucede.

Volví al médico y le pedí que me hiciera las pruebas necesarias para saber qué sucedía, porque los problemas que tenía estaban minando mi estado de ánimo, ahí empezó mi viacrucis de pruebas, de alergias, intolerancias, analíticas, gastroscopias, colonoscopias… etc. Hasta que tras mucho examinarme, por estar enmascarada la enfermedad, finalmente me diagnosticaron celiaquía e intolerancia a la lactosa.

Por aquella época, yo ya había eliminado de mi dieta el gluten y los lácteos, mis problemas estomacales habían remitido pero no he logrado estar al 100% continúo con problemas que no sé si algún día desaparecerán del todo, pero al evitar el gluten y los lácteos consigo estar más o menos estable.

La celiaquía puede aparecer de repente en tu vida, no se nace celíaco, aunque la predisposición genética tiene mucha importancia en el desarrollo de la enfermedad. La celiaquía no es una dieta, ni es una moda, todavía a día de hoy hay una gran incomprensión al respecto sobre este tema.

Además es algo que tienes que ir investigando tú solo, porque nadie te explica que sucede cuando te diagnostican esta enfermedad, ni que puedes comer o qué no…

Comer fuera de casa el gran problema

En casa logro comer bien y controlar eso de ser chica gluten free y libre de lactosa, aunque salir fuera a comer continúa siendo toda una odisea. Ir a una cafetería normal a desayunar es toda una aventura, no poder consumir lácteos ni gluten reduce mucho las opciones, para terminar desayunando solo un té y morir de hambre a media mañana. Si consigo ir a una cafetería cuqui donde hacen boles con frutas, tienen leches vegetales, pan sin gluten… puedo desayunar, que ya es un gran paso, pero el desayuno no sale barato.

Insisto en que los celíacos tenemos una enfermedad no somos millonarios, los productos para celíacos son caros y la calidad a menudo no es muy buena, ya que están elaborados con ingredientes que no son muy saludables y también hay que tenerlo en cuenta.

En muchos restaurantes aunque puede que tengan carta de alérgenos, no contemplan ni disponen de una carta equilibrada y amplia para celíacos, por lo que normalmente terminas comiendo una simple ensalada.

Por no hablar del pan para celíacos, que en la mayoría de lugares te sirven un pan horrible congelado que te descongelan tras 30min de espera y sabe a rayos y centellas, si ellos tuvieran que tomarlo seguro que escogerían un pan mejor y no uno para simplemente cubrir el expediente. Recuerdo especialmente un restaurante de Pollensa en Mallorca, donde comí el mejor pan sin gluten del mundo, les felicité por ello y me dijeron que la hija del dueño era celíaca, por eso buscaban buenos productos para ofrecer.

Celiaquía e Intolerancia a la Lactosa

El trato a los celíacos

El trato en los restaurantes cuando dices que eres celíaco varía, puede que te traten súper bien y tengan en cuenta todas tus necesidades de forma muy amable o puede que sea todo lo contrario en plan… “Ya viene la delicadita a tocar los huevos” y te encuentres con que no saben qué es la contaminación cruzada, que constantemente cada vez que te traen el plato insistan con retintín “el plato es especial para la celíaca” sin parar de repetirlo hasta que todo el bar se entera… o que te traigan platos con gluten insistiendo en que no llevan, desde traer una ensaladilla con picos a modo de banderillas, a un montadito diciéndote que le quites el pan… verdaderas locuras que se hacen pesadas e incomodan mucho.

En las grandes capitales como Madrid, Valencia o Barcelona no hay problema para encontrar restaurantes gluten free, el problema surge cuando visitamos o vivimos en pequeños pueblos donde no hay mucho donde elegir en materia de restauración. Porque aunque ahora está más normalizado el tema de la celiaquía, hay muchos restaurantes que lo tienen en cuenta; todavía hay mucho desconocimiento en tema y poca oferta para celíacos.

Al ser celíaco tienes que desarrollar la paciencia y el sentido del humor porque te verás en situaciones de todo tipo.

En tu entorno también vivirás situaciones un poco comprometidas, como que te inviten a comer a una casa y se olviden de que eres celíaca y no puedas cenar, las conversaciones y bromas de los amigos con el tema, que no compren cerveza sin gluten para ti, o que sea tu cumpleaños y hagan una tarta de cumpleaños donde todos los invitados puedan comerla menos tú…

Pasarás por muchos momentos, tendrás que dar muchas explicaciones sobre lo que comes o no comes y escucharás muchas bromas o frases del tipo “Qué delicadita eres, por un poquito no te va a pasar nada” “¿Y tú qué grado de celiaquía tienes?” “Yo tengo una amiga que tenía celiaquía y se curó” “Mira que bien ahora vas a adelgazar un montón” “Yo no sé cómo puedes yo sin comer pan me muero”… y un sinfín de tonterías más, pero siempre prioriza tu salud.

Viajar sin gluten es otro tema que ya trataré… pero dependiendo del destino puede resultar muy complicado.

Este artículo es para desahogarme un poco, porque ser celíaco a menudo es complicado, difícil y caro. Los celíacos a día de hoy todavía somos unos incomprendidos.

Espero que poco a poco vaya siendo más sencillo para los celíacos, porque la celiaquía no es una moda, no estamos a dieta… es una cuestión de salud.

Aprovecho para mostraros el libro de Inés Ortega y Marina Rivas, Cocinar sin gluten, sin huevo y sin lactosa que a mí me ha ayudado mucho en la cocina y tal vez también te sirva a ti.

¿Y tú eres celíaca?
¿Tienes alguna intolerancia?
¿Te has visto en alguna situación similar?

Me encantará saber tu opinión.

 

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