Las técnicas del Kintsugi y Wabi Sabi en decoración.
La responsabilidad social está más en auge que nunca y el ámbito decorativo no iba a ser menos. Todos somos conscientes de los recursos reducidos del planeta y que debemos cuidar de ellos, también estamos cada vez más concienciados de que no hay que comprar por comprar y que se le puede dar una segunda vida a las cosas. Por ello este otoño la tendencia en decoración se basa en la combinación de dos antiguas técnicas japonesas el Kintsugi y el Wabi Sabi, que van más allá de dos simples líneas decorativas, ya que llevan dentro de sí un sentido mucho más profundo que simplemente el estético.
¿Qué es el Kintsugi?
El Kintsugi es una técnica centenaria originaria de Japón que se basa en la reparación de piezas cerámicas rotas, en las que se emplea un barniz de resina con mezcla de polvo de oro, plata o platino llamado Urushi. En la actualidad esta técnica ha desarrollado toda una filosofía de vida, siendo fuente de inspiración de como sobrellevar o afrontar las adversidades y los errores cometidos en nuestra vida, indicándonos que debemos saber recuperarnos y sobrellevar las cicatrices lo mejor posible.
Hace más de 5 siglos el sogún Ashikaga Yoshimasa, muy apegado a sus tazones de la ceremonia del té, los mandó a reparar a China. De China volvieron con unas nada estéticas grapas metálicas, cosa que desagradó al sogún y pidió a unos artesanos de su país que elaborasen una técnica de reparación más delicada, estos crearon el Kintsugi una técnica de reparar cerámica que se convirtió en un arte.
Según la filosofía del Kintsugi, también llamada carpintería de oro, las roturas y las reparaciones son parte de la historia del objeto, por ello es bello mostrarlas y reconocer que el frágil objeto ha sufrido una transformación que lo hace ser fuerte, bonito, imperfecto e interesante. Por lo que mediante la técnica del Kintsugi, las cicatrices mostradas del objeto son la parte que aumenta su valor; convirtiéndose así en una poderosa metáfora de resistencia, superación y amor propio frente a las adversidades.
El Kintsugi evoca la erosión y el desgaste que el paso del tiempo ejerce sobre las cosas, otorgándole un nuevo valor añadido a las imperfecciones.
El arte del Kintsugi es completamente comparable con la vida, ya que durante esta conocemos fracasos, desengaños, pérdidas… y a menudo las adversidades nos superan rompiéndonos. Pero como en la vida, no hay proceso de recomposición sin paciencia, en el Kintsugi el proceso de secado de la resina puede durar meses hasta que consigue endurecerse y cohesionarse, resurgiendo así un nuevo objeto más fuerte y duradero. Saber valorar lo que se rompe en nosotros nos aporta tranquilidad y claridad, a la vez que nos hace apreciar a la nueva persona que surge tras la rotura. Ya que los objetos decorativos no son los únicos que están sujetos a roturas y fisuras.
En decoración no solo encontramos la técnica del Kintsugi en la cerámica, también la podemos encontrar en piezas de madera o metal. Esta filosofía japonesa ha influido en la decoración y también en distintas artes como el maquillaje, la filosofía, la pintura, la escultura…
¿Qué es el Wabi Sabi?
El Wabi Sabi es un estilo de decoración japonés que se centra en lo auténtico, en la imperfección y en el menos es más. Su filosofía de vida basada en la naturaleza nos indica que nada es perfecto, nada es permanente y nada es completo y que hay que aceptar el ciclo de la vida.
La estética y la filosofía Wabi Sabi valora lo natural, aprecia el paso del tiempo, la simplicidad, lo imperfecto e inacabado, apostando por la belleza de las cosas simples y por vivir una vida con conciencia, donde se consume menos y mejor.
El Wabi Sabi huye de las modas, la ostentosidad, la perfección y la sofisticación, su estética es austera y sobria, honesta y relajada es un estilo que apuesta por la simplicidad y en el que el espacio libre es muy importante, sencillo pero a la vez poético y perfecto para el relax.
Se inspira en la naturaleza y toma de ella la madera, la piedra, el mármol, vidrios, cerámica, hormigón y las fibras vegetales. La paleta de colores utilizada en estética Wabi Sabi es reducida, optando por colores claros neutros y apagados, que reflejan el paso del tiempo, como el beige, crema, grises, verdes… En lo textil se utilizan materiales orgánicos y naturales, como el lino, el algodón o la lana. Las texturas en muebles, paredes y suelos son rugosas, rústicas, oxidadas, decapadas o sin pulir.
Esta filosofía, apuesta por incluir pocas piezas pero muy bien seleccionadas, que siguen las premisas de la imperfección, asimetría o irregularidad, sencillez, humildad y que les aporta personalidad, lo que prima no es la belleza del objeto sino la historia que tiene tras de sí. La luz natural es la protagonista durante el día, es suave y natural, hay poca por lo que te invita al relax y durante la noche la luz artificial resalta determinados espacios de las estancias. Las casas Wabi Sabi también suelen tener chimenea que aporta intimidad y calidez.
Estancias únicas sobrias, modestas, auténticas y sin pretensiones, donde mostrar las cicatrices y las costuras no es un defecto sino todo lo contrario, una virtud y donde prima la contemplación de la naturaleza y se decora con lo imprescindible. En la distribución se apuesta por espacios amplios y fluidos, con muy pocos elementos para dar sensación de fluidez y libertad en las casas.
El Wabi Sabi nos indica que las viviendas se convierten en nuestra filosofía de vida, una filosofía de vida que defiende la sostenibilidad y apuesta por una vida más relajada, tranquila y sencilla. En definitiva un hogar sencillo que cumpla nuestras necesidades.
Estos espacios muestran la esencia del lugar y se fusionan con la técnica del Kintsugi para ayudarnos a enfrentarnos a los obstáculos y adversidades de la vida.
¿Conocías estas técnicas?
¿Qué te parece su filosofía?
¿Te gustaría tener una casa con este estilo de decoración?
Me encantaría saber lo que opinas… te leo…
Si, conosco las técnicas, los japoneses son de otro planeta , tenemos mucho que aprender con ellos 🎌 y si , me encantaría tener mi casa en este estilo , el “ menos es más “ !! Muy bueno el texto 😉
Hola Fernanda,
¡Muchas gracias por comentar el artículo, me alegra que te haya gustado!
Coincido contigo tenemos mucho que aprender de los japoneses y su ancestral sabiduría, es increíble que estas técnicas continúen aportanto tantos beneficios en la actualidad. El menos es más es un reflejo también de nuestro interior, hay que intentarlo aunque la era del consumo nos lo ponga difícil. A mí también me gustaría tener una casa decorada con este estilo ; )